Fury

I now will tell you all a story
that no one ever heard before.
It is the tale about the fury.
Remember wisdom is your strength.

It said: "You’re such a fool.
Just let my evil rule."

No, it’s burning like a flame.
Now nothing seems the same.
I’ve lost control of mind and body.
My soul is in its hand.
Its wish is my command.
Enslaved forever by the fury,
by the fury. No!

At first it came to me in visions,
and that was filling me with pain.
And then my fear became desire,
to let the demon burn my soul.

It said "Don’t fight in vain.
I’ll make you love the pain."

No, it’s burning like a flame.
Now nothing seems the same.
I’ve lost control of mind and body.
My soul is in its hand.
Its wish is my command.
Enslaved forever by the fury,
by the fury. No!

I now have told you all my story
and still for you its not too late.
Don’t draw your sword.
Just use your wisdom
and never let this be your fate.

Oh, no it’s here again.
This demon loves the pain.

No, it’s burning like a flame.
Now nothing seems the same.
I’ve lost control of mind and body.
My soul is in its hand.
Its wish is my command.
Enslaved forever by the fury,
by the fury. No!

Furia

Voy a contaros ahora una historia
que nadie más ha oído antes.
Es el relato sobre la furia.
Recordad que la sabiduría es vuestra fuerza.

Dijo: «Qué tonto eres.
Simplemente deja que mi maldad gobierne».

No, quema como una llama.
Ahora nada parece lo mismo.
He perdido el control de la mente y del cuerpo.
Mi alma está en sus manos.
Sus deseos son órdenes.
Esclavizado para siempre por la furia,
por la furia. ¡No!

Al principio me llegó en visiones,
y eso me estaba llenando de dolor.
Y entonces mi miedo se convirtió en deseo
de dejar al demonio quemar mi alma.

Dijo: «No luches en vano.
Te haré amar el dolor».

No, quema como una llama.
Ahora nada parece lo mismo.
He perdido el control de la mente y del cuerpo.
Mi alma está en sus manos.
Sus deseos son órdenes.
Esclavizado para siempre por la furia,
por la furia. ¡No!

Ahora os he contado mi historia
y todavía no es tarde para vosotros.
No desenvainéis la espada.
Usad sólo vuestra sabiduría
y no permitáis jamás que éste sea vuestro destino.

Oh, no, está aquí otra vez.
Este demonio ama el dolor.

No, quema como una llama.
Ahora nada parece lo mismo.
He perdido el control de la mente y del cuerpo.
Mi alma está en sus manos.
Sus deseos son órdenes.
Esclavizado para siempre por la furia,
por la furia. ¡No!